miércoles, 3 de marzo de 2010

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Mientras que el té Partiers protesta en voz alta en el lío en que estamos, la falta de rabia sana, liberal, nos deja sumidos en la cortesía estéril

"Nunca antes en nuestra historia estas fuerzas han estado tan unidos en contra de un candidato tal y como están hoy. Ellos son unánimes en su odio hacia mí y yo la bienvenida a su odio".

El Presidente Roosevelt, el Madison Square Garden, el 31 de octubre 1936

Hay una falta asombrosa de la ira de los liberales, los progresistas y radicales que han abandonado la emoción a la derecha. Nuestro modelo sigue siendo no FDR, y menos aún Malcolm X, pero nuestro "bipartidista" y, al parecer sordo Presidente Obama. En este segundo o tercer año de una depresión devastadora, no sólo a la recesión, que ha causado una epidemia de sufrimiento en la mitad inferior de la nación norteamericana, Obama está muy ocupado siendo fluida y civil, mientras que esencialmente afectado por la rabia que sienten los tantos de nosotros. Nuestro mundo, como lo hemos conocido, está siendo aniquilado, y nadie en el poder, muestra signos de dar un comino.

La ira es real a la derecha, secuestrado - o auténtica voz - por el todo-Té Blanco Partiers, Palinites, Guardianes Juramento y "armado y peligroso" grupos de patriotas, algunos pero no todos de los cuales son nativos-fascista, pero también incluyen cabreado -off defensores de las libertades y la decepción y los desposeídos en la parte inferior de la pila.

Mira el desorden. Desalojos - Soy un niño de la Gran Depresión de muebles-arrojado-en-la-calle - se están disparando. Los titulares de hipotecas están en un frenesí de alimentación de sus ciudadanos desventurado compañero. Michelle Obama nos alecciona sobre la obesidad, mientras que uno de cada ocho estadounidenses (y uno de cada cuatro niños) son las estampillas de comida federales. El costo humano de largo plazo, más o menos permanente de desempleo aún no se cuenta como millones de estadounidenses son expulsados de la clase media y se convierten en los "nuevos pobres" hacer la fila en los bancos de alimentos por primera vez en sus vidas.

Los que lo hacen de ventilación y se enojan se ponen abajo de chiflados, que a veces lo son. Pero la llamada izquierda parece haberse unido a la corriente principal (e incluso el radical) en los medios de comunicación insuficiente o mal o nunca cuenta de lo que está sucediendo realmente en la vida de tantos de nosotros. Al igual que Obama, Pelosi y el resto de la creación del Partido Demócrata que hemos perdido el idioma gut real en favor de las captaciones de la política, las "cuestiones" síndrome, que tan fácilmente esconder una herida abierta. Joe Stack, quien estrelló su Piper Cherokee en el edificio del IRS en Austin, Texas, asesinando a un trabajador del IRS e hiriendo a muchos, fue un colector injusticia inadaptados. Pero su línea 3000-nota de suicidio palabra, un largo grito de protesta reprimida, tiene la virtud de las palabras unminced nunca es probable que escuchar a nadie en Washington o en el capitolio estatal. "Cuando los ricos mierda para arriba, los pobres se vuelven a morir."

¿Dónde y cuándo se zurdos perder esta parte vital de nuestro lenguaje social? Fue en la enseñanza preescolar donde nos instó a que los niños pequeños a usar dulce moderación para resolver disputas? ¿O nos hemos vuelto tan rígidos respetable que tenemos miedo de ser fuerte y vulgar? O que - ¡horror! - Llegaremos demasiado identificada con la plebe, como Gran Joe Stack, Amy Bishop (el profesor que mató a sus colegas Alabama), los ciclistas locos, pandillas de adolescentes y "basura blanca" pobres "que tienden a expresar su ira sobre todo uno contra el otro? Cualquiera sea la razón, la supresión de la ira sana, liberal ha sido alrededor por lo menos medio siglo, sin duda desde el sociólogo C. Wright Mills, en su influyente libro The Power Elite deploró la pérdida de la capacidad del público a la experiencia de la indignación, en contraste con anteriores períodos de en la historia estadounidense.

La última vez que recuerdo la ira colectiva como legítimo fue en la década de 1960, ahora muy ridiculizada con sus marchas de protesta y de bronce de estilo hippie-lemas. Desde entonces ha habido un descenso gradual - Yo diría descenso - en la cortesía estéril. Recientemente, asistí a una reunión del consejo escolar local, donde un leve, apenas por encima a un susurro se quejan de un padre llevó a su expulsión forzada por la policía armada. Quién sabe qué habría ocurrido si alguno de nosotros en la audiencia se levantó y, de hecho denunciado como en el famoso cuadro de Norman Rockwell de una reunión en el ayuntamiento?

¿Por qué debería completo emoción throated ser el monopolio de los llamados "populistas" que parecen ser las únicas personas en todo sin miedo a gritar, chillar, pisotear y gritar?

Crecí en un bullicioso, de inmigrantes, el barrio alto, donde todo el mundo tenía una opinión y expresó que el acelerador a fondo. En algún momento, tal vez cuando pasó de la clase obrera a la clase media, perdí mi bruto, el rallado, el poder, la voz firme - y tal vez la ira que se había alimentado. Si es así, que es una lástima.

Tenemos la ira liberal ahora más que nunca.

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